En los últimos años, los estanques y las piscinas naturales han ganado popularidad en todo el mundo. Este tipo de instalaciones ofrece una alternativa a las piscinas convencionales libre de productos químicos, ya que el agua se trata utilizando plantas y microorganismos específicos en la zona de filtración de la piscina. De este modo, el baño en el agua limpia y sin productos químicos se convierte en una experiencia placentera y relajante, puesto que la ausencia de cloro evita la irritación de los ojos.
Además, los estanques y las piscinas naturales se integran a la perfección con el paisaje, por lo que se convierten en elementos decorativos cuya belleza puede apreciarse durante todo el año.
Sin embargo, en ocasiones la gente tiene dudas y no se decide a optar por un estanque o piscina natural. A veces piensan que son frías, más costosas que las piscinas convencionales o que requieren mayor mantenimiento. A continuación veremos algunos de estos conceptos erróneos.
Las piscinas naturales en realidad requieren menos mantenimiento que las convencionales, ya que no necesitan productos químicos y no es necesario drenarlas para su limpieza. El mantenimiento de los estanques o piscinas naturales es en realidad bastante similar a la jardinería. Basta con podar frecuentemente las plantas de la zona de filtración, retirar las hojas del agua y evitar que animales entren al agua (como, por ejemplo, los patos) para mantener el agua limpia durante todo el año.
Otra idea equivocada es la de que las piscinas naturales son frías. Nada más lejos de la verdad. Pese a que es posible calentar el agua de los estanques o las piscinas naturales, se puede conseguir una temperatura confortable de manera natural. Para esto, hay varios aspectos que deben tenerse en cuenta: siempre es una buena idea posicionar el estanque o la piscina de manera que queden expuestos al sol al menos parcialmente y utilizar una membrana de revestimiento oscura para que el agua se caliente con mayor rapidez. En los días de verano, la temperatura natural del agua del estanque puede llegar a los 25 °C. Añadir una cubierta a la piscina es una excelente forma de mantener la temperatura del agua durante la noche.
En términos de costes, aunque la inversión inicial puede ser ligeramente superior que la de las piscinas convencionales, los costes de explotación de los estanques o las piscinas naturales son mínimos. Al no necesitar añadir constantemente productos químicos, suponen un gran ahorro para los propietarios y reportan grandes beneficios para el medioambiente.
La membrana PondGard EPDM de Elevate es una membrana de impermeabilización duradera, robusta y de fácil instalación, perfecta para estanques y piscinas naturales. Ofrece una excelente resistencia a la exposición UV, las altas temperaturas, la oxidación y la congelación, lo que permite a la membrana conservar sus propiedades mecánicas durante muchos años. A diferencia de otras membranas a base de plásticos, La membrana PondGard EPDM también destaca por ser un producto inerte que no libera plastificantes ni antioxidantes al medioambiente, lo que la convierte en un producto seguro tanto para los nadadores como para la fauna y la flora.
Fabricada con caucho EPDM sintético, la membrana PondGard EPDM es de color negro e incorpora unos excelentes estabilizadores UV que le otorgan una excelente resistencia al envejecimiento. Su color oscuro también ayuda a calentar el agua con rapidez y facilita la integración del estanque con el paisaje, reforzando su aspecto natural.
Los instaladores autorizados de Elevate son los responsables de realizar la instalación de la membrana PondGard EPDM. Ellos trabajarán codo con codo con los diseñadores paisajistas y asesorarán sobre el sistema de tratamiento de agua y de bombeo que mejor se adapte a cada proyecto.
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